martes, 6 de diciembre de 2016

Asunto terminado


Resultado de imagen para game over

Claro que podrás vivir sin mí. ¿O acaso no lo hiciste durante todos estos años? Claro que pudiste amar sin conocerme, y vivir una vida casi plena colmada de sueños y expectativas que de a poco se fueron convirtiendo en ruinas, pero que te dejaron la experiencia única de ser padre para siempre y sólo por eso valió la pena. 

Y también podrás ahora llenar tus días con asuntos menores, que mantengan tu cabeza ocupada y te impidan pensar en mí y en nosotros, que ya somos un asunto terminado, encajonado y archivado como vos mismo dijiste. Aunque me abraces fuerte en la despedida y me digas que lo único que querés es estar bien conmigo.

Te podrás volver pragmático y resolutivo como cuando el amor no se interpone en tu vida y te obliga a actuar fuera de la lógica y lo conocido. 

Y sin dudas lograrás sentir que estás haciendo que el mundo sea un lugar mejor con el granito de arena que aportás cada día mientras trabajás hasta tarde a la noche o viajás durante horas a destinos impensados cumpliendo al pie de la letra con todas tus obligaciones. Y en esos viajes solitarios vas a escuchar la música que escuchamos juntos y no vas a saber por qué te va a atravesar el cuerpo un escalofrío inesperado. 

Seguramente tendrás un plan para cada hora de cada día, de cada semana y de cada mes, y te vas a llenar de familia y de amigos y reuniones, y vas a comenzar nuevos proyectos que te mantengan motivado y entusiasmado porque así es tu vida. 

Ahora podrás organizar todo aquello que está desordenado, volver a colocar todo en su lugar, compartimentando casi obsesivamente como a vos te gusta. Y te vas a sentir satisfecho cuando eso suceda. Y no va a haber quien te desordene, ni te ordene. 

Vas a poder dedicarte por completo y cuando quieras a despegar sobre el agua para que esos pies que te mantienen atado al suelo sueñen con que pueden volar. Y el viento te va a elevar en tu barrilete gigante y vas a sentir que es ese el único lugar donde sos realmente feliz.

Ya no vas a necesitar pedir permisos, ni consultar a nadie, ni planificar de a dos, ni pensar en un futuro compartido donde las fichas no caen donde deberían caer ni todo es tan fácil y natural como habías pensado que sería. No vas a tener que lidiar con discusiones, explicaciones, desacuerdos y llantos infantiles que intentaste dejar atrás hace mucho tiempo. 

Ahora por fin, vas a volver a ser libre y feliz.

Pero hay algo que hoy quizás no sepas y es que nada de todo eso tendrá sentido. Porque en la soledad habrás encontrado un refugio y un fuerte que te protege y te contiene y te hace sentir seguro porque pisás sobre terreno conocido. Pero cuando las paredes de tu muro caen (y eso yo lo supe ver y sentir), hay un hombre deseoso de ser amado, y con una gran capacidad de amar, pero que aún cree que es incapaz de hacerlo sin lastimar a alguien. 

Detrás de tu mirada hay un pedido que supe escuchar, quizás demasiado tarde, y en tu sonrisa vi lo más hermoso que pudiste decirme sin palabras. 

Y así como sé todo esto, sé también que un día vas a encontrarte sin el ruido de alrededor, quizá acostado en tu cama, tal vez cansado, tal vez calmado, y voy a aparecer en tus pensamientos y vas a imaginarme al lado tuyo, y vas a querer hablarme y escuchar mi voz y mi risa, y contarme lo que te pasó en el día y yo ya no voy a estar.

Y te va a envolver mi sonrisa, y te vas a llenar de recuerdos felices, y vas a preguntarte por qué bajaste los brazos, por qué no te animaste a superar la barrera del desencanto para encontrar al final a quien estuvo dispuesta más de una vez a amarte así, tal cual sos. Y no va a haber respuestas, y quizás tampoco haya solución. 

Porque la distancia es traicionera, y ayuda al que quiere alejarse pero también convence al que no. 





No hay comentarios:

Publicar un comentario