martes, 6 de agosto de 2013

Here, there...

Ahí está él, y él es presencia. Me despiertan sus mensajes y con ellos también me voy a dormir. Él está y me está esperando. Quiere verme, me piensa. Me lleno de recuerdos y lo extraño. ¿Qué es lo que me mantiene acá y no salgo a buscarlo? Empezamos una historia que podría haber sido amor, y mis miedos lo entorpecieron todo. Sin embargo él no se fue. De alguna forma sigue ahí, y me pide una palabra, una sola que le permita volver. ¿Podré dársela? La tengo guardada. Miro de nuevo la pantalla del teléfono y ahí está. Lleno de ternura, algo ingenuo, poniendo la distancia prudente para que no vuelva a lastimarlo, pero siempre con esas ganas que se tienen de querer cuando todavía se cree en algo. No esperes nada, me dice. A mí, que no hago otra cosa que esperar. El primer beso perfecto, y las caricias que tanto necesitaba. Me llenó de todo aquello que yo pedía, quería y no tenía. Me dijo "me encantás" mirándome mientras yo dormitaba a su lado acostada en una cama cualquiera. Y yo acá, escribiendo. En vez de salir a encontrarlo. 


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